13.2.14

vivero



Cuando estábamos en el mar hubo un momento en el que, aburridos de estar en la casa, ya tarde y con el cielo bastante nublado, decidimos ir a andar en bici para un lado específico. Mi papá nos dijo que podíamos ir al muelle que estaba para ese lado, pero como vimos que no era gran cosa, seguimos yendo en esa dirección hasta que la calle se volvió tierra, las casas se volvieron pasto y la gente desapareció. Estábamos en el vivero (eso decían los carteles) y llegamos a un lugar que parecía sacado de una pintura de Eyvind Earle. Mientras contemplábamos eso, dos perros aparecieron de esa dirección, por un senderito que era parte del cuadro perfecto. Lejos de atacarnos, decidieron acompañarnos mientras seguíamos hasta el fondo a ver qué había. Mientras tanto estaba lloviendo apenas, y atardecía, y todo era naranja y perfecto, salvo por los mosquitos, que parecían tener mucho mas cuerpo y perseverancia que los de acá. Llegó un momento donde la lluvia pudo mas y decidimos volver, pero como a la vez estaba despejado, con el correr de los minutos se fue formando un arcoiris increible que se veía entero de lado a lado, porque estando en el mar, no había ningún edificio que lo tapara. Me mortificaba no tener la cámara en ese momento, y una foto del celular choto no le iba a hacer justicia, asi que solo lo disfrutamos. Era gigante. A mi me aterran y me fascinan las cosas tan gigantes. Desapareció, volvimos.

Al día siguiente volvimos con una cámara de fotos, sin perros, sin lluvia y por lo tanto sin arcoiris, pero fue mágico igual, por la hora (mágica).

Me di cuenta -y no se cómo se resolvería- que quiero salir más a sacar más fotos cuando cae el sol, y todo es naranja y precioso. Capaz me gana la rutina de quedarme en casa, capaz no.

problemas modernos

Tengo que rehacer mi página, y no estoy seguro si quiero un dinosaurio o un insecto de papel para la portada.
La segunda parte del problema, es que una vez que elija alguno de los dos bandos, tengo que elegir cuál.
Me di cuenta que no tengo un dinosaurio favorito, y eso que me gustan, eh.
Cada vez que salgo al patio, Gamuza viene y se queda conmigo. A mi me gusta ir revisando las plantas y ver si les falta algo, regarlas, transplantar algunas, sacarles las partes secas, y mientras Gamuza se queda al lado mío, viendo atentamente todo lo que hago. Tal vez le interese y quiera aprender a hacerlo. Le gustarán las plantas? Hoy mientras sacaba y mataba babosas (que se están comiendo todas las plantas lindas), el agarró y se comió una. Se está ganando un lugar como compañero de jardinería. Espero no la vomite en algún lugar inoportuno.