Es muy inconveniente tener lunares chiquitos en los brazos y en las piernas en pleno ataque de pulgas. Claro, 13 gatos no vienen solos.
Pucha, a uno le esta picando todo, se arremanga y aja! ahi esta la pulga, pero no, es un lunar. Uno pensaría que después de 22 años ya me se donde tengo lunares, pero no, siguen engañándome.
Por otro lado, acabo de encontrar una cicatriz en mi pierna que no sabía que tenía... o sea, me acuerdo de qué y cuándo pasó, pero la verdad que no me acordaba que tenía cicatriz. Que boludo grandote...
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