Ayer fui a Coca Cola a llevar unas cosas y señor de la entrada me hizo pensar. Ya me habían advertido que ni me moleste en ser amable con ellos porque eran la amargura misma, pero uno intenta ponerle un poquitttto de onda. Y no, el mono gigante inmutado a lo que le tenía que decir, que le doy el sobre, que me da lo que me tengo que llevar y chau. Pero lo que me hizo preguntarme es, como es esa gente fuera del trabajo? tiene amigos? sonríe? se divierte? todos conocemos el perfil este que digo, monos gigantes mala onda que no te dejan entrar a lados y esa es su única función (o proteger a presidentes, pero de últimas a esos me los imagino divirtiéndose yendo a cazar).
Talvez sean robocs.
1 comentario:
¡hey, hola!
disculpas por la demora, recién viendo los textos de antes vi que habías firmado.
yo digo que con un poco de cortesía esa gente es ablandable, o a lo sumo pueden hacer que uno se ría mucho -si está de buenas-. por ejemplo, hacer muchos chistes y ver si se ríen, y si no, reírse de que no se rían (claro, siempre y cuando eso no interfiera en las posibilidades laborales/etc que uno pueda llegar a tener, hay que tener cuidado con tomar el pelo).
viva, viva la escritura. a ver cuándo sale el cuento. yo ando con un ambicioso proyecto de novela que todos sabemos nunca voy a terminar.
salud, juan.
Publicar un comentario