el huracán todo lo destruirá

Como teníamos todo ese tiempo sobrante, decidimos ir con barbi a ver a el mató al konex. Nosotros nos atrasamos, ellos se atrasaron, todos se atrasaron, y un recital que supuestamente empezaba a las 12, empezó casi a las 2. Que, junto con el de ayer, hacen dos días seguidos de recitales después de las 2am, estoy re adolescente.

Me gusta la tranquilidad del chango para hablar. Siempre tan calmo. Dice lo justo: "hola, ahora vamos a tocar una canción... y después otra canción". Lo bueno de sus canciones es que aún si vas no sabiendo la letra, se repiten tanto sus versos, que te los aprendés sobre la marcha. Hace un tiempo caí en la cuenta que 'chica rutera', gran canción, tiene solo dos frases: "chica rutera" y "espero que vuelvas" que se van alternando a lo largo del tema. Ya a esta altura ya se cual viene después de cual, pero si vas por primera vez, capaz te podés cantar la canción sin saberla, tratando de adivinar cual de las dos frases viene.

Después había otro tema: mientras el recital, se largó a llover torrencialmente, a un nivel que veías la lluvia afuera y te reías de nervios. No había ni una chance de salir sin mojarse (incluso dentro del konex mismo, que hay que atravesar todo un patio). Yo creo que si había un momento y lugar para levantarse chicas, era ese. Estaba lleno de ellas, estaban atascadas en ese lugar, y había un tema re facil de conversación. Obvio que no lo aproveché. La gente empezaba a mandarse a la salida de a oleadas, impulsados por otros grupos que se mandaban. Incluso eugenia, cantante de les mentettes estaba ahí, y el glamour se le fue al carajo cuando sacó una bolsa de coto de un tacho para no mojarse. Todos corrían y se mojaban. Hubiese pagado de verdad para tener mi cámara de fotos ahí, estaba re bueno. Y salimos y corrimos hasta el auto y nos mojamos.

Y ahí la última parte: el auto y la lluvia. Como esta ciudad está re buena, estaba todo inundado, y pensábamos que no nos afectaba mucho, hasta que llegamos a córdoba y nos dimos cuenta que ahora era doble mano, pero porque la gente lo había decidido. Estaba tan inundado que no se podía pasar y la gente estaba volviendo sobre la avenida para doblar en el único lugar por donde se podía. En un momento estaba tan inundado que solo había un camino para seguir, con las calles cerradas con tachos de basura para que los autos no murieran atascados en el agua. Y solo había que seguir el camino. Al final salimos de ahí, pero el tramo de 15 cuadras que faltaban para llegar a casa, lo hicimos en una hora. No sabés la diversión. Igual, mas allá de eso, fue una mini aventura, no me puedo quejar.