las fantásticas aventuras de ir a hacer el pasaporte

Que raro encontrarme con Coni ahí (teniendo en cuenta todas las personas que pueden hacer el trámite por día, y que se puede ir todos los días). Fue bueno haber estado en companía durante las 4 horas. Que raro que haya gente cuyo trabajo sea agarrar las manos de extraños, pintarles los dedos de negro y apoyárselos en una hoja. Que raro además que estén en su cuartito viendo a 500 personas por día que jamás van a volver a ver. Que raro el sonido que hacía el timbre de los números cuando se rompía cada tanto. Era como la decadencia misma. Que raro que la empleada de la caja 12, siendo empleada pública, me haya atendido con tanta buena onda, y me dijera que ni importaba un error boludo en mi hoja de solicitud. Que injusto que la foto que te va a representar los 4 años siguientes te la saquen en medio segundo, y que ni haya espejo en la salita como para arreglarte mínimamente, y que sea todo tan rápido que cuando viste la foto y firmaste te querés matar. De últimas todos salen mal en esa foto, así que me quedo tranquilo.