agua y muertos

La posta de la noche de los museos no es ir a los lugares que podés ir siempre, pero gratis y hasta las bolas de gente, no. La posta es aprovechar a ir a esos lugares a los que no podrías acceder normalmente (o que no sabías que existían hasta que los viste en la lista de museos). Había hecho una lista de ocho lugares con mapita, referencias, recorrido, todo, pero solo llegamos a dos. Claro, no calculás que vas a estar ahí un rato largo.

Primero no encontramos el museo de la taxidermia, porque estaba en esas calles que duran tipo 3 cuadras sin numeración, imposible. Así que fuimos al segundo lugar que era el club de pescadores, y si bien tenía cosas interesantes, lo más interesante del asunto es que se podía pasar al fondo del muelle, que es algo que siempre quise. O sea, viste esa casita en costanera norte re linda que tiene un muelle laaargo? es ese. Y se podía pasar, y a no ser que seas del club, como aprendimos que era Gardel, no podés pasar, así que nos dimos el gusto.
Y el muelle larguísimo, y las olas de noche que me inquietan tanto, y el viento y las bicis y los barcos lalalala. Darío quería quedarse más tiempo ahí, y re daba, pero era tan tarde que teníamos que seguir, porque queríamos ver cosas en formol.







Y ahí llegamos al museo de patología (enfrente estaba el de anatomía, pero preferimos ver cosas mas macabras) que tenía frascos en formol con fetos deformes, con fetos no deformes, partes del cuerpo enfermas, pieles con tatuajes, caras deformes, torsos con los que franca se saca fotos y después le da culpa y me manda mensajes a las 5 de la mañana para decirme que borre, cíclopes, siameses, cosas deformes, máquinas de escribir antiguas, un teléfono, gente, y un guía. Las chicas no la pasaron re bien. Lo peor de todo fueron las fotos y las cosas del sífilis. Por dios. Háganme acordar de no tener sífilis.
Pondría más fotos pero hay público sensible. Y es verdad, da mas cosa ver las fotos que verlo en persona.



Lo gracioso es que estuvimos ahí casi una hora y me dieron asquito solo un par de cosas, pero cuando entramos en el macdonalds, con ese olor, esa música y esa gente, me dio más asco que todo lo otro junto.

Y aprendimos varias cosas y todo, eh, así que gracias noche de los museos.