relato largo de cómo salvé dos gatitos de las garras de la muerte

En la terraaza hace ya meses que vive un gato malo, muy malo, que viene a molestar y a hacerle daño a mis gatos. Lo odiamos. Hace ya un tiempo nos dimos cuenta de que una de las razones es que en realidad tuvo gatitos y los está protegiendo. Los gatitos viven en el techo de una casa con su madre que los cuida y su padre que aparentemente los protege (igual, protector o no, es re mala persona de todas maneras).

Hoy estoy en mi cuarto y escucho que en el pasillo de al lado empieza a haber maullidos de gatos, de gatos chiquitos. Pensé que era alguno de los gatos de los vecinos y estaba por ignorarlo cuando escucho a la vecina diciendo 'aaaay, nooo, pobreciiito, no te puedo subir'. Ahí caigo que no era un gato cualquiera, sino que era uno de los chiquitos que se habría caído del techo. Me preocupé, porque capaz además de no poder subir, le había pasado algo, porque es bastante alta esa pared. Como no quería lidiar con la vecina, un poco por vergüenza, otro poco porque es una idiota, bajo y le digo a mamá que le pregunte a la vecina que si quiere que yo lo suba, total estoy bastante acostumbrado a andar por los techos cercanos a mi casa, ironicamente la mayoría de las veces para espantar al gato malo. El gatito, negro, re lindo, no paraba de maullar, y arriba la madre super pendiente. Cuando voy a agarrarlo está super asustado, y me gruñe y no sabe qué hacer. Después me di cuenta que claro, es la primera vez que veía una persona. Por suerte no le había pasado nada, asi que lo agarré del cuello (re buen invento su sistema de agarración de cuello), lo saque del pasillo, lo entré a casa, lo subí y fui hasta el techo de al lado a entregárselo a la madre que fue a buscarlo apenas lo dejé, casi como una entrega de rehenes, solo que yo le estaba haciendo un bien.

Y seguía habiendo maullidos, pero no había mas gatos en el pasillo. Entonces qué pasó? había otro de los gatitos (son 3) caído en el departamento del vecino, QUE NO ESTA NUNCA EN SU CASA. Y qué hacer, porque capaz a él sí le había pasado algo, y no sabíamos cuando iba a volver el vecino, podían ser días, y el gatito no podía seguir ahí maullando asustado y morir para siempre. Entonces, previamente tocando bastante el timbre para asegurarnos que no estuviese, fui a buscar la escalera, y como es una puerta sin pared, que lleva a una escalera que da a la casa arriba, me subí, pasé la puerta y haciendo maniobras imposibles con la escalera me metí en su casa. Allanamiento de morada para buscar un gatito. Fue super incómodo de estar en la casa de otra persona totalmente ajena que ni conocía y que ni sabía que estaba ahí. Además mirá si había alguien en la casa, durmiendo, y aparecía y yo ahí en su cocina. Hola, que tal. Me moría. Y ahí estaba el otro gato, en la cocina asustadísimo atrás de unas botellas. Apenas me vió se metió atrás del horno. GREAT. Pregunto qué hacer, porque para ese momento estaban las dos vecinas del pasillo y mi madre pendientes de lo que hacía, y me tiran comida para gatos a ver si lograba atraerlo, pero no funcionó (obvio que no), así que decidí mover el horno de esta persona desconocida, para ver si salía, y salió corriendo. Me hizo perseguirlo hasta la otra punta de la casa, se escondió, salió corriendo de nuevo para el otro lado, hasta que lo agarré. Bien, ahora tenía que pasar al otro lado un gatito, una bolsa de comida (no podía dejarla ahí y dejar evidencia) y una escalera. El gatito estaba bastante reacio a que lo agarrara, asi que mordió fuerte la manija de la bolsa, y no la soltó, y me vino re bien porque tenía el gato en la mano que a su vez me llevaba la bolsa, un capo. Logré dar vuelta la escalera al otro lado del pasillo, y bajé. Mientras las vecinas y mi madre se encargaban de doblar la escalera y volverla a casa, yo entraba con el otro gatito, que a esa altura ya me quería y me abrazaba. Cuando llego a la terraza, veo que está el gato malo ahí, y en vez de enfrentarme como hace siempre, apenas me ve, sale corriendo por los techos y va con la gata y los dos gatitos. Voy a los techos de nuevo, dejo al gatito, que se va corriendo con su madre, y ahora queda toda la familia junta. Y me vuelvo a mi cuarto con la satisfacción de que hice algo bueno.

Y ahí me pasó a buscar Iotti y fuimos a ver una película en la que no paran de cagarse a tiros.