Ayer aprendí algo en clase de botánica que me encantó. Es una boludez, pero me gustó.
Ojo, puede ser increíblemente poco científico y alguien que sabe de esto puede resultar ofendido, pero lo voy a explicar como lo entendí.
Resulta que hay muchas formas en la que la planta dispone las flores. Una de las más comunes es el racimo (I), que las va repartiendo a lo largo de la rama. Pero otra forma que se llama capítulo (II), que en vez de repartirlas a lo largo, crea una especie de base y las pone todas ahí. Lo interesante es que en realidad no es un tipo raro de inflorescencia, sino que son re comunes, como por ejemplo las margaritas o el girasol, que no son flores en sí mismas, sino que son un monton de florcitas chiquitas puestas juntas. Y a lo que en general se le dice pétalos, en este caso son más florcitas, que no cumplen su función reproductiva (porque las otras, al tener polen y ovarios, cumplen esa función), y se modificaron para tener uno de los lados más grandes y sobresalir para parecer un pétalo y llamar la atención de los bichos que se supone que las polinicen.
Entonces te ponés a ver una margarita de cerca y te morís de amor con todas las florcitas mini. Unas capas las plantas.
3 comentarios:
Este post es amor puro.
Clase de botánica? miralo vos a Juan.
unas campeonas <3
Amé
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