17.2.07

review musical espontaneo

Quedarse escuchando Isla de los Estados es como quedarse viendo un accidente en la ruta, muy violento, mientras te preguntás por qué mala jugada del destino te toco estar ahi y en ese momento. Es un choque lleno de niños muertos, que vendríamos a ser los que nos tocó escucharlo, porque mató nuestra niñez, y de ruidos rotos que todavía quedan del momento del accidente, donde todo dejo de ser lindo para convertirse en una pesadilla. Sobre todo un accidente en el que hubiese estado bueno que estén estos dos nabos que estaban en el escenario.

Después Dacal se la bancó alto, muy alto, plantándose y cantando frente a una multitud de borrachos que no necesariamente les interesaba que el estuviese cantando. Por eso lo queremos. También hubo avistaje de Liniers en primera fila a quien no me atreví a saludar.

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