una noche en el museo

Después de ir con Marilina a puerto madero a ver una Metropolis empezada y que no terminamos de ver (pero que definitivamente voy a ver entera un día de estos), seguí el resto del recorrido solo, medio de mal humor. El lugar al que más quería ir de todos era el museo de arte decorativo.. muchas veces pasé por la puerta y nunca tuve tiempo para entrar, y hoy era la excusa perfecta. Dios, quiero vivir ahí. Qué buena mansión, que lindas habitaciones gigantes y esos salones de baile, encima ahora convertido en museo y con cosas muy destacables para ver.. lástima que no se podían sacar fotos, sino hubiese sacado un par de referencias de cosas. Hay que volver de día y sin noche de museos, porque me imagino que ver eso más vacío debe estar mejor, y además había bastantes cosas restringidas. Después, mucho caminar por libertador viendo otras mansiones y edificios costosos. Ultimamente se lo dije a un par de personas, pero quiero ir a casas de gente con plata, casas gigantes. Así como ese fotógrafo que nos habían contado en primer año que se infiltró en una banda de motoqueros peligrosos para pasar un año con ellos recorriendo todo norteamérica para sacarles fotos, yo quiero hacer lo mismo con la gente con plata. Después de todas esas cuadras, la muestra de "skate art".. cualquierísima. La muestra era regular, y más parecida a las que solemos ir, pero era muy gracioso comparar esto con el destino anterior.. definitivamente dos cosas totalmente opuestas. Mucho skater, mucho punk, un boludo con cresta que estaba pendiente a ver si le sacaban fotos (o sea, quería), un par de personas que preferí no saludar.
Y una hamburguesa en el final, porque me di cuenta que en 12 horas, solo había comido 5 galletitas.