remember me

Hoy estaba andando en bici y de pronto escucho que me dicen chh! chh! desde un auto. Miro y era mi peluquero saludándome contento. Lo saludo con una sonrisa, se adelanta y me saluda diciendo chau.
Y yo que hasta hace un tiempo dudaba que se acordara de mi cuando me voy a cortar el pelo, ahora me llamaba la atención para saludarme en la calle, y me cayó bien.
Y me puse a pensar que me gusta ser personaje secundario de la vida de otras personas. Porque es obvio que todos tenemos protagonistas, personajes secundarios y extras. Justo ayer en la fiesta del CHELA se notaba esa diferencia: lleno de gente de imagen y sonido, pero solo un par que saludé y hablé, y después todo el resto que conozco de vista del tiempo que cursé. Los primeros serían personajes secundarios, los segundos, extras. Ni se como se llaman, pero los conozco. Y es obvio cuales serían los protagonistas.
Entonces me alegró ser parte de su vida, porque ponele, el tiene un rol en mi vida, que es ser mi peluquero, desde hace como seis años. Se que si tengo que cortarme el pelo, recurro a él. Pero esa relación no es recíproca, porque tiene muchos clientes y me ve una vez cada tres o cuatro meses. Pero bueno, eso, me alegró. Como esa vez cuando en una fiesta me saludó el señor del local donde compré un par de remeras de bandas.

Y esto tiene un poco que ver, pero no.