Me encanta el San Bernardo, es el único bar que conozco que llegás, entras con la bici, pasás al fondo, le dejás y no te dicen absolutamente nada. Ahora que me robaron tantas bicis, es un detalle muy valioso. Y encima después jugás al ping pong.
Después de un par de horas, en una de las mesas cercanas a la nuestra, se sentó esa chica que me obsesionó por tanto tiempo, hace ya tanto tiempo. No me gusta más, no soy tan freak, y no me parece tan linda como me parecía. Pero su presencia ahí era un poco inquietante. Creo que cuando me fui me vió.
Al final, como venganza casi perfecta de Laura y de todo el grupo que "perjudicamos" hoy al mediodía, le terminé dando mi mail a Ulises en una servilleta. Dijo que mañana me escribe.
2011: anotando mi mail a chicos desconocidos en servilletas. Bien, 2011, qué irónico que sos.
4 comentarios:
No sé si es que me gusta tu forma de narrar o qué, pero posteos como éste los disfruto mucho. Sos un tierno, Juan :)
Admiro tu forma de expresar las cosas, es como delicado pero a la vez sincero, me gusta la facilidad de darte a entender o de decir las cosas que pensas y sentis. No cualquiera, eh.
Besos.
PD: estoy procrastinando viendo actualizaciones de blogs cuando debería estar repasando ya que rindo a las 8 y ya no sé si tengo cagazo o resignación.
kjngkjngkjnk
faaa, gracias!
igual por alguna razón las mujeres se identifican mas con lo que escribo que los hombres, creo que soy medio minita escribiendo.. talvez es por eso.
que te vaya bien en ese parcial que ya diste seguramente hoy a la mañana!
es que esa chica si es la chica que yo creo que es, vive enfrente y es habitue
es exactamente la chica que pensás que es, y mierda, no sabía ni que vivía ahí ni que iba mucho.. ahora voy a estar medio paranoico cada vez que vaya?
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