Hace un par de fines de semana, cuando me fui de excursión con la EAN, pasó algo insólito que nunca había pasado: era el único Juan dentro de un grupo grande de personas.
Desde el jardín que siempre hay por lo menos un Juan, que siempre hay que distinguir de alguna manera. En el jardín eramos tres, en la primaria también dos o tres, en los últimos años de secundaria eramos cuatro, en general en los trabajos que tuve, salvo con los japoneses que no suelen llamarse Juan, siempre había uno o dos. Y siempre hay que distinguir de alguna manera: por apellido, por nombre y segundo nombre, por algún apodo. Yo casi siempre termino ligando Juancito, que ya no me molesta.
Pero estar todo un fin de semana con un grupo de tipo 50 personas y que alguien diga Juan y sea yo y no haya que alzar la vista a ver si se estaba refiriendo al otro, es algo que rara vez pasa. Hubo repetición de nombres en ese viaje, tipo Diego, pero nada de Juan.
No se si les pasa a las Marías esto, pero seguramente no tanto porque en general el María viene acompañado de algo más.
Eso, complicado llamarse Juan.
7 comentarios:
Me dio mucha ternura esto que escribiste, aunque sea un nombre poco original me parece el más lindo de todos, una locura.
Saludos Juancito! :)
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belen: gracias, está todo basado en hechos reales
juanig: jaja deberías probar eso que dije, irte un findesemana a un lugar alejado lleno de gente y que seas el único juan, te cambia la vida
Yo por eso soy JP. Igual cada tanto aparece un JP plagiador.
No me pasa pero eso genera en mí mucho odio ante cualquier otra malena que se me aparezca. Pensalo.
jp: jaja fue todo muy confuso cuando la gente empezó a decirte juan, ahí empezó la anarquía
shale: tiene mucho sentido, y te acompaño en el sentimiento.. igual con los juanes es al contrario, es una especie de piedad y entendimiento de tener el nombre mas simple de todos, con el que tenemos que vivir
A las Cecilias a veces nos pasa.
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