21.11.13

la muerte

En la mitad de noviembre hubo mucha muerte, y ya me está cansando, porque me deprime.
Resulta que dos de mis gatas (de ese famoso grupo de 8, ya murieron otros dos este año, por otras razones) estaban enfermas, madre e hija, tenían problemas respiratorios hace tiempo. Una de ellas, Pixel, la hija, le agarró una infección que se le sumó a eso y murió mientras yo estaba de viaje. Recibí la noticia medio sabiendo que iba a pasar, pero igual me puse triste. Pixel era una gata que desde chica era desconfiada, siempre se escondía, siempre estaba separada de todos. Una vez, hace unos años se fue de casa por días, por más de una semana, y yo pensando que no iba a volver hice un blog en el que subía un dibujo por día de qué es lo que estaría haciendo ella fuera de mi casa. A los tres días de empezarlo ella volvió, y el blog murió ahí. Me hubiese gustado seguirlo, pero más me gustó que volviera.

Cuando volví del viaje Caro me dice que en el patio había aparecido un pajarito herido. Cuando voy a fijarme era un pichón, que claramente se había caído del nido. Lo malo es que además de la caída que se debe haber pegado, cayó en el pegamento que teníamos puesto para las ratas y todo fue peor. Por dos días vivió con nosotros, pero no quiso comer, medio que ya sabía lo que pasaría. Después de cierta desconfianza del principio, ya me dejaba que lo agarre (o estaba debil?) y con las patitas me agarraba el dedo. Una vez se quedó dormido en mi mano.

Unos días después de morir apareció otro pichón más, esta vez sin pegamento y al parecer mucho más fuerte. Como estaba mejor, fue muy dificil atraparlo. Lo puse en una caja pero cuando volví del trabajo lo encontré afuera, porque algo podía volar. Se quedó en el patio varios días, atrás de las plantas, arriba de las plantas. Yo le dejaba nestum y el lo comía, pero no se dejaba agarrar. Una vez lo vi caminando rengo asi que tuve que atraparlo a la fuerza y cortarle unos pelos y barro que tenía atascados en la pata, y ahí anduvo mucho mejor. Lo que pasó esta vez, que fue muy loco, es que el pichón empezó a piar y apareció su madre (y ahí confirmé lo que sospechaba, que eran pichones de torcaza), que le traía comida regurgitada y muy asquerosamente se la tiraba en la boca. En general Larry (Larry, que venía de La Rincón, porque al otro le habíamos puesto Sergio) tenía todo chorreado de vomitado el pecho, pero no parecía importarle. Por días vino la madre a alimentarlo, y nos gustaba quedarnos viéndolos desde la ventana, sin que se den cuenta que estuviéramos ahí. Parecía estar muy bien, pero una mañana lo encontramos muerto en el medio del patio.

Antes de eso había muerto Grial, que era mi gata, la que yo más quería. Después de algo que contó mi mamá estoy seguro que además de su enfermedad, se murió de tristeza, y eso me pone muy triste a mi, a la vez que me da culpa. Ella me re quería, se pasaba casi todo el día en mi cuarto, y era junto con otra, la única autorizada para permanecer en él. Cuando me mudé de casa en mayo ella se puso muy triste, estaba rara. Cuando iba de visita se iba para otros lados o ni ronroneaba. Con las sucesivas visitas fue acostumbrándose a quererme de nuevo, pero no fue lo mismo porque yo ya me había ido, y el cuarto que le gustaba, si bien seguía estando ahí, ya no era lo que antes, también había perdido un espacio. Ella estaba enferma con su hija, pero venía recuperándose bastante bien, al contrario de la otra. Cuando Pixel murió ella empezó a buscarla por todos lados, y al no encontrarla se alarmó y se desorientó mucho. Lo que le siguió a eso fue ella recluyéndose en un lugar húmedo de la casa (que le hacía mal a la enfermedad), y dejando de comer. Yo creo que ella, sin su hija con la que pasaba mas tiempo, sin sus otros dos hijos que habían muerto este año, y sin mí ahí, decidió voluntariamente morirse, porque ya no tenía a nadie. Tal vez estoy racionalizándolo demasiado, porque es un gato, pero a la vez creo que son mucho más inteligentes de lo que pensamos. Yo mientras la voy a extrañar mucho.

Estos días estuve bastante en hospitales, por un problema que parecería ser menor, pero ese ambiente definitivamente no ayuda a que deje de pensar en la muerte. En las muertes. Quiero que no se muera nadie mas por un tiempo.

4 comentarios:

Carla dijo...

Las rachas son así, una atrás de la otra. :(

Don Hec dijo...

Mire que yo no soy muy amigo de los animales, nunca tuve mascotas, pero su relato me llegó a emocionar. ¡Gracias!

Eme dijo...

Es muy triste y te entiendo, yo tambien quiero mucho a mis gatos y creo que si, que a veces estan tristes, como nosotros.

SrKaito dijo...

carli: si, es verdad, con mi generacion anterior de gatos, de hace muchos años pasó algo parecido, no está nada bueno

don hec: pero hay que ser mas amigo de los animales! igual gracias por emocionarse

eme: sí.. no se si para mandarlos al psicólogo como hacen algunos, pero les creo su tristeza y los quiero