erradicando el mal

Me encantan los animales, me parecen bellos, todos ellos, les tengo mucho respeto, me fascina su comportamiento, me caen bien, casi mejor que las personas diría, y si no fuera porque hay que estudiar veterinaria y esas cosas seguramente me encantaría trabajar en el zoológico... y con eso dicho puedo decir que odio con el alma a los perros chiquitos, todos aquellos cuya estatura es menor a los 15-20 centímetros: chihuahuas, caniches toy y.. variedades que no se como se llaman.
Son totalmente inútiles, son feos, no hacen otra cosa que ladrar e irritar, tienen el tamaño de un gato pero ninguna de los atributos positivos de estos, no pueden cuidarse solos, y lo peor es que ni siquiera existen en la naturaleza. Los odio.

Por eso tengo una sugerencia: agarremos a todos los perros chiquitos de menos de 20 centímetros y metámoslos en una trituradora gigante. El resultado de eso sería una inmensa bola de carne, que por ser de perros tan inútiles no nos servirían para alimentar a los niños desnutridos, así que no tendríamos mas remedio que deshacernos de ella, porque está ocupando valioso espacio en la tierra que podría ser aprovechado para, digamos, el primer parque de diversiones hecho especialmente para enanos o algo por el estilo.
Entonces que hacemos? a esa bola de carne le ponemos aletas, propulsores y una trompa y lo mandamos al espacio a que explote por alguna razón que desconocemos y no nos importa. Ese cohete armado con alambre estaría comandado por un chihuahua, el último vivo en el mundo, al que habríamos entrenado por meses para aprender a volar la misión y que muy graciosamente jamás se enteraría que lo estamos enviando al espacio a morir.

Acá un diagrama explicativo de mi plan:



(en este post de hace casi un año se me podía ver posando con un chihuahua, pero era solo diplomacia para con el reino de los perros)