Fuimos a Carlos Keen a depositar las cenizas de mi tía abuela, porque es ahí el lugar donde crecieron con mi abuela. Es raro porque es la primera muerte mínimamente significativa que tengo, porque o pasaron todas de chico, o pasaron de grande con gente que no me importaba mucho. Y había mucha gente que ni se de donde había salido, porque no conozco la gente con la que se juntaba, y ponele que éramos 30, en el jardín de un pueblo ahora turístico, y medio como que llamábamos la atención y dios, cómo no me gusta llamar la atención. Y estaba el hijodeputa de su hijo que creo que estábamos todos preparados a que diga algo incorrecto para ir a cagarlo a piñas. Y lleno de niños sumamente pateables en la cara, o rodillables ponele, porque llegás con la rodilla y es una imagen mas graciosa y mucho más violenta.
Creo que empecé este post con la intención de escribir algo que claramente no estoy haciendo.
Así que digo que la foto 1 se la saqué a mi abuela y me gusta como salió, y la foto 2 es sumamente asombrosa. Y eso que la foto no capta sus dientes.
(fun fact: tengo la sensación, aunque puedo estar sumamente equivocado, que hasta hoy no había entrado nunca en una iglesia)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario