ingrid

Hoy me la volví a cruzar a Ingrid cuando estaba yendo a tomarme el colectivo. Y es raro (tendría que contar la cantidad de veces que digo eso en este blog), porque ya no hay onda. O sea, somos simpáticos, yo intento hacerme el simpático, le hago chistes, hago que me hable, pero como que la intimido o me odia o algo, porque definitivamente hay una traba ahí. Y ni siquiera es que terminamos peleados ni nada, simplemente no fue mas, por eso me parece mas raro todavía. Pero entendés? salimos por mas de un año, nos conocimos demasiado, en las situaciones mas íntimas, nos amamos, y ahora que no quede naaaada de eso, me parece de lo mas extraño. Sí, ya se, ya no somos mas novios y ni me interesa serlo, pero uno pensaría que después de todo lo que vivimos como que cuando nos veamos capaz podría salir algo mas fluído que que me cuente sobre su trabajo. Talvez su novio mayor de ahora es mucho mas capo que yo y decidió olvidarse de mí talvez, talvez hasta se casó él y no me lo quiere decir, andá a saber.
Y puedo escribir todo esto porque seguro no lo va a leer nunca. Y eso también es curioso, salir con alguien que documenta toda su vida (con un buen filtro, claro) en su blog. Es como si quisiera realmente saber que es de mi vida, es muy facil entrar acá y saberlo. No siempre pasa.
Ya se, es amor que se desgastó para siempre, pero me perturba el hecho de habernos amado tanto en un tiempo y que ahora no exista mas nada.

Algún día de estos escribo mi teoría sobre la relación entre el amor y el trabajo, y el amor y las casas.